“Ahí, duro… ahí mismo”, repetía Daddy Yankee para obligar a Don Francisco a golpearlo en el rostro. No lo logró, fue más bien un encuentro de mentira, de esos que llaman de exhibición para montar bien el show.
Serias eran las aspiraciones que tenía el reguetonero en el deporte, sobre todo en el béisbol.
“Me sentía bien seguro, me sentía totalmente dominante en el deporte y decía: ‘Yo estoy seguro que voy a llegar a Grandes Ligas’”.
Así pensaba el llamado “Big Boss” hasta los 17 años, cuando una bala le rompió el fémur derecho, producto de un tiroteo contra el grupo con el que andaba.
“Para aquel entonces, el deporte era para mí lo que representa ahora la música y como estaba seguro de que tenía un futuro escrito para mí ahí, de momento que me lo arrebataran, sentía que se me fue todo. Wow, no voy a poder cumplir el sueño de comprarle una casa a mi mamá, de nosotros mudarnos del barrio, del caserío, todos los sueños que tenía se me vinieron abajo”, recordó después de sudar un rato en el gimnasio Wilfredo Gómez en Guaynabo.
Hasta allí llegó el presentador de televisión a entrevistarlo para su programa Don Francisco Presenta.
Serias eran las aspiraciones que tenía el reguetonero en el deporte, sobre todo en el béisbol.
“Me sentía bien seguro, me sentía totalmente dominante en el deporte y decía: ‘Yo estoy seguro que voy a llegar a Grandes Ligas’”.
Así pensaba el llamado “Big Boss” hasta los 17 años, cuando una bala le rompió el fémur derecho, producto de un tiroteo contra el grupo con el que andaba.
“Para aquel entonces, el deporte era para mí lo que representa ahora la música y como estaba seguro de que tenía un futuro escrito para mí ahí, de momento que me lo arrebataran, sentía que se me fue todo. Wow, no voy a poder cumplir el sueño de comprarle una casa a mi mamá, de nosotros mudarnos del barrio, del caserío, todos los sueños que tenía se me vinieron abajo”, recordó después de sudar un rato en el gimnasio Wilfredo Gómez en Guaynabo.
Hasta allí llegó el presentador de televisión a entrevistarlo para su programa Don Francisco Presenta.
Daddy Yankee no precisa cuántos años duró su rebeldía. Pero, mucho o poco, su “vieja” la sufrió en carne viva.
“Me aparté de todo el mundo, hasta de mí mismo, de mi esencia”.
¿Hiciste cosas de las que te arrepientes ahora?
“Sí, muchas. En realidad sí, que no estoy nada orgulloso de ellas, y por eso es que todo el tiempo trato de pagarle con bien a todo el mundo; acordándome que tuve un momento de desenfoque en mi vida, que me desligué de mi identidad. Después, cuando caí en mí, dije: ‘Wow, a lo que te lleva una frustración, a lo que te lleva un momento de desilusión y de rebeldía’, te lleva a hacer cosas que no eres tú”.
“Sí, muchas. En realidad sí, que no estoy nada orgulloso de ellas, y por eso es que todo el tiempo trato de pagarle con bien a todo el mundo; acordándome que tuve un momento de desenfoque en mi vida, que me desligué de mi identidad. Después, cuando caí en mí, dije: ‘Wow, a lo que te lleva una frustración, a lo que te lleva un momento de desilusión y de rebeldía’, te lleva a hacer cosas que no eres tú”.
¿Hiciste daño a otras personas?
“A muchos y a mí mismo”.
“A muchos y a mí mismo”.
¿Estuviste en vicios?
“No estuve en vicios, pero era un maquinador, era el líder que tú ves en lo positivo, así mismo en lo negativo”.
“No estuve en vicios, pero era un maquinador, era el líder que tú ves en lo positivo, así mismo en lo negativo”.
¿El nacimiento de tu hija te sacudió?
“Fue un procedimiento, empecé a pensar diferente rápido. Me choqué con la vida nuevamente, así mismo como choqué con la vida en el momento en que fui baleado, al tomar en mis brazos a mi hija choqué nuevamente con la vida, fue como un choque negativo a un choque positivo y rápidamente empecé a pensar diferente. Me tomó tiempo, pero luego dije: ‘Tengo que dejarle un futuro a mis hijos’ y me encaminé al cien por ciento”.
La música dejó entonces de ser un pasatiempo para convertirse en su alternativa de vida.
Su éxito en el género urbano, sin embargo, no ha minado su pasión por los deportes.
Cuando se encuentra en la Isla, visita a diario el gimnasio y allí, junto con su entrenador Iván Calderón, se pone los guantes.
“En lo que me ayudaba a mí el boxeo era que me daba una extracondición para el béisbol. Descubrí que, haciendo boxeo, me convertía en mejor pelotero por la condición, porque el entrenamiento de boxeo te da agilidad, te da fortaleza y cuando empezaba a jugar decía: ‘Wow, me siento mejor’”, relató ya en la caja de bateo al lado del gimnasio.
Raymond Ayala, como aparece inscrito, se siente cómodo con su nuevo físico, pero tiene que rebajar más para su personaje de un joven boxeador en la película Pleasant Ave, que se rodará en Puerto Rico a fines de año.
“En una de las escenas tengo que estar notablemente diferente”, anticipó.
Antes que suene esa campana, Daddy Yankee se dispone a debutar en la novela anglosajona The Bold and The Beautiful, de la cadena CBS.
En la producción estelarizada por Susan Flannery, John McCook, Katherine Kelly Lang y Ronn Moss se representará a sí mismo, por lo que debe “aguantar” los cinco episodios que durará su participación.
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